Los últimos meses se habló mucho de la inflación en Estados Unidos, y se ha discutido cómo podría causar un aumento de impuestos. En 2021, la inflación aumentó un 6,8% respecto a años anteriores. Este número puede parecer insignificante, pero es el mayor aumento inflacionario en las últimas cuatro décadas, según los datos del índice de precios al consumidor del Departamento de Trabajo.
La Inflación en Estados Unidos
Y en algunos rubros, el salto en los precios fue incluso mayor. El costo relativo de adquirir un automóvil nuevo aumentó un 11%, y los precios en restaurantes de comida rápida subieron hasta un 7,9%.
Hasta ahora, los especialistas discuten si el fenómeno inflacionario actual es un aumento pasajero o si continuará. Pero si continúa aumentando, es muy probable que también haya un aumento impositivo como consecuencia.
En cualquier caso, ¿deberías preocuparte? En Futuro Tax te contamos todo lo que debes saber sobre este tema. Te explicamos cómo funciona la relación entre inflación e impuestos.
¿Un aumento de impuestos en el horizonte?
Los impuestos casi siempre están atados de una forma u otra a los valores anuales inflacionarios. Estos son fenómenos normales en una economía compleja, que normalmente no son causa de alarma para nadie. Pero la forma en la que los impuestos responden a un aumento inflacionario varían y pueden tener consecuencias más duras para algunos sectores que para otros.
«Debido a las diferencias en los ajustes por inflación, algunos contribuyentes sentirán el impacto más que otros».
Comentó Kyle Pomerleau, del American Enterprise Institute.
Algunas obligaciones fiscales se encuentran atadas a la inflación de tal modo que, al aumentar esta, se ajusten estos valores aumentando los valores nominales pero sin que haya una diferencia en el valor real de los ingresos. Esta indexación se promulgó en los 80s, luego de una crisis inflacionaria.
El problema es que no se indexaron todas las disposiciones fiscales, lo que deja a algunos impuestos vulnerables a esta clase de vaivenes económicos. Entre las disposiciones que no se ajustan a los cambiantes valores anuales se encuentran los límites máximos para deudas hipotecarias con intereses deducibles, y las exenciones impositivas para los contribuyentes que venden una propiedad.
Otro valor que tampoco está apropiadamente ajustado es el techo a la deducción de impuestos estatales y locales, que normalmente ronda los $10,000 por declaración. Al igual que estas disposiciones, existen otras tantas en la misma situación.
La falta de indexación de estos alivios fiscales tiene efectos diferentes sobre distintos grupos de contribuyentes que están en situaciones económicas diferentes. Por ejemplo, para los beneficiarios del Seguro Social, la inflación puede acarrear un aumento fiscal.
Estos umbrales de ingresos no están ajustados a la inflación actual, y hoy son de $44,000 para parejas que presentan de forma conjunta, y $34,000 para contribuyentes individuales. Según algunos analistas, estos valores deberían rondar los $80,400 para parejas y $62,200 para contribuyentes individuales si se ajustaran a los valores reales.
En otros casos, puede que incluso algunos sectores se vean marginalmente beneficiados a la larga, pero esto variará según el sector y la situación particular de cada contribuyente.
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