Recientemente, el presidente demócrata Joe Biden propuso, en su presupuesto para el 2023, una serie de medidas para mejorar la recaudación fiscal, combatir la desigualdad salarial, y orientar el gravamen hacia las personas con mayor patrimonio. Una de estas propuestas, que aún se debate en el Congreso, es aumentar los impuestos del Seguro Social a quienes ganen $400,000 o más al año.
Esto podría ayudar a financiar el Seguro Social, una preocupación importante de la agenda demócrata. Otra propuesta es la implementación de un impuesto mínimo sobre la renta multimillonaria. Bajo este plan tributario, quienes posean un patrimonio neto de más de $100 millones deberían pagar hasta un 20% en impuestos sobre sus ingresos totales.
¿Quién paga los impuestos del Seguro Social?
El Seguro Social tradicionalmente se financia a través de los llamados impuestos sobre la nómina, que actualmente solo se aplican a salarios de hasta $147,000. Este impuesto se deduce directamente de los salarios, y tanto empleador como empleado aportan el 6,2% del salario hasta este umbral de ingresos máximo.
Actualmente, se estima que los fondos del Seguro Social podrían agotarse en 2034, sin alcanzar a cubrir todos los beneficios sociales adeudados. Por este motivo, el Congreso busca extender la aplicación de los impuestos del Seguro Social a los salarios por encima de $400,000.
Una reforma tributaria contra la desigualdad salarial
Aplicar impuestos del Seguro Social de forma más igualitaria, y recaudar fondos para los beneficios sociales de parte de quienes están por encima de esta base salarial es una idea que es bien recibida por la mayoría de los contribuyentes. Una vez que un trabajador cruza el límite de los primero $147,000, sus cheques ya no deben pagar estos impuestos, algo que es percibido como injusto por quienes no superan este monto anualmente.
“Muchas personas ni siquiera saben que existe un máximo, y cuando se enteran, piensan que la ley debería cambiarse para que todos paguen todo el año”.
Declaró Nancy Altman de Social Security Works.
También existe un impuesto de Medicare del 1,45% que se aplica a los salarios del mismo modo. Combinado con el Seguro Social, esto representa un impuesto del 7,65% que deben pagar tanto empleados como empleadores y se conoce como Ley Federal de Contribuciones al Seguro (o FICA, por sus siglas en inglés).
A diferencia de los impuestos del Seguro Social, no hay tope salarial para el impuesto de Medicare desde que el Congreso eliminara este límite en 1994. Los legisladores demócratas buscan realizar algo similar con el Seguro Social, eliminando o extendiendo el límite y aumentando la tasa impositiva.
Una reforma tributaria que debe realizarse pronto
Según muchos expertos, cuanto más espere el Congreso para tomar cartas en el asunto, más preocupante será el déficit del Seguro Social. Y es poco probable que aumenta la base salarial imponible por si sola de forma suficiente como para cubrir esta falta de financiación.
“Cada año que retrasamos las reformas, el costo de que los ingresos fiscales de los trabajadores actuales satisfagan la necesidad aumenta indefinidamente”.
Joe Elsasser, fundador y presidente de Covisum, una compañía de software de reclamos del Seguro Social.
Si la tasa del impuesto sobre la nómina se mueve por encima del 6,2%, eso significará menos salario neto para los trabajadores, profundizando la brecha de la desigualdad salarial en el país.
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