Mientras la reciente crisis internacional causa aumentos vertiginosos en el precio de la gasolina, muchos se preguntan si el IRS ayudará a los contribuyentes con alivios o beneficios fiscales específicos.
Para quienes siguieron de cerca las noticias internacionales de la última semana, esto no será ninguna sorpresa, pero el precio de la gasolina ya se ha disparado en la mayoría de las estaciones de servicio del país. Esto se debe principalmente a las restricciones comerciales que se han aplicado desde Europa y Estados Unidos a Rusia, uno de los mayores exportadores de gas y petróleo del mundo.
¿A cuánto aumentó el precio de la gasolina en el país?
El promedio nacional que ha alcanzado el precio de la gasolina ha llegado a los $3,78 dólares por galón, lo que implica un aumento de un dólar respecto al año pasado, algo que dificulta aún más las perspectivas de reducir la inflación en el país. Y a medida que la guerra entre Ucrania y Rusia se intensifica, es poco probable que estos aumentos se disipen en el futuro inmediato.
Según algunos analistas, el precio medio de la gasolina alcanzará hasta $5 dólares por galón en las próximas semanas, y en algunas ciudades del norte del país esto ya ocurre. Quienes trabajan haciendo entregas o necesitan hacer uso de sus vehículos para su trabajo sufren particularmente este aumento.
¿Qué pasa con los impuestos? ¿Habrá alivios fiscales para los afectados por el aumento del precio de la gasolina?
Cuando compras un galón de gasolina, también estás pagando impuestos. Parte del costo fijo contribuye a los impuestos federales y estatales, lo que puede aumentar el monto base hasta 40 centavos de dólar. Pero los impuestos locales están basados en porcentajes, es decir que cuanto más alto sea el precio de la gasolina, más impuestos se pagan.
Por ejemplo, los condados de St. Lawrence, Jefferson y Lewis tienen impuestos sobre las ventas de gasolina de alrededor del 4%. Esto significa que, a $4 dólares por galón, se suman hasta 16 centavos de dólar extra por encima de los impuestos federales y estatales.
Esto garantiza más ganancias para los gobiernos locales, pero perjudica enormemente a los contribuyentes que necesitan gasolina para trabajar. Según muchos analistas, el reciente aumento del combustible se lleva una parte significativa de los ingresos de muchos trabajadores.
Por este motivo, muchos sostienen que el gobierno estatal y federal deberían intervenir con un alivio fiscal que ayude a los contribuyentes más afectados a salir adelante. Una posibilidad sería una reducción o suspensión de los impuestos locales, pero no es la única herramienta fiscal al alcance del gobierno para aliviar esta situación.
“El estado podría suspender el impuesto a la gasolina en este momento y eso ahorraría 46 centavos por galón de gasolina mientras lidiamos con estos altos precios”.
Declaró la senadora estatal republicana Patty Ritchie.
Otros senadores también señalaron que este aumento resultaba muy desafiante para el pueblo estadounidense, especialmente en estados con impuestos tradicionalmente altos como Nueva York, y sostienen que pedir a los ciudadanos que carguen con el peso de las sanciones económicas en el contexto de la guerra ruso-ucraniana es inaceptable.
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