Llegando al final del año es normal hacer un balance de los gastos, y uno de los mayores gastos que la gran mayoría de los contribuyentes encuentra entre sus facturas sin duda es el costo de la energía eléctrica. Así que si te estás preguntando cómo reducir la factura de la luz, no estás solo.
La familia típica gasta más de $1,400 al año en servicios públicos, según el Departamento de Energía. Aprender a ajustar el uso energético y hacer algunas inversiones clave en energías limpias puede reducir su factura hasta en un 25% o más.
Aprende cómo reducir la factura de la luz
Comprueba la eficiencia térmica de tu hogar: revisa sellos de ventanas, puertas y electrodomésticos como freezers y heladeras para asegurarte de que funcionen correctamente y no estés gastando energía de más en mantener la temperatura ideal.
Reduce la diferencia entre la temperatura externa y el termostato de tu calefacción o aire acondicionado. Puedes hacer lo mismo con tu refrigerador o congelador, pero cuidado, no dejes que se estropee la comida refrigerada.
Otra forma de reducir los gastos en energía si utilizas un sistema eléctrico para calefaccionar el agua es tomar duchas más cortas o reducir la temperatura. Del mismo modo, puedes evitar lavar la ropa con agua caliente mientras no sea necesario. También recuerda reparar o cambiar dispositivos que estén dañados o funcionando a menor eficiencia de la ideal.
Invierte en energías limpias para ahorrar en impuestos y reducir tus gastos anuales
Ser ecológico y optar por energías limpias puede ayudarte a reducir tu factura de impuestos si sabes cómo reclamar las deducciones e incentivos. Sin embargo, es mejor aprovechar ahora porque muchos de estos incentivos solo están disponibles por un tiempo limitado.
Créditos fiscales para sistemas de energías limpias en el hogar
Uno de los incentivos fiscales federales que aún seguirá disponible por un buen tiempo es el crédito fiscal para sistemas de energías limpias en el hogar. Este crédito cubre el 30% del costo de los sistemas solares eléctricos y de calentamiento de agua (pero no los de piscinas o jacuzzis), pequeños sistemas de energía eólica y bombas de calor geotérmicas.
No hay límite de ingresos para solicitar este crédito, y a diferencia de otros incentivos fiscales, se puede aplicar a una segunda vivienda, no solo a una residencia principal. Después de 2019, el crédito se reducirá hasta que su momento de expiración, a fines del 2023.
Un crédito fiscal que cubre el 26% del costo de una celda de combustible residencial, hasta $500 por 0.5 kilovatios de capacidad de energía, también está disponible hasta fines de 2023. Las nuevas construcciones y las casas existentes califican para el crédito.
Invierte en un vehículo híbrido o eléctrico
Ciertos vehículos de motor de celda de combustible podrían calificar para el Crédito Tributario para Vehículos de Motor Alternativo, aunque muchos de los créditos en este rubro ya se han reducido o eliminado. El monto del crédito varía según la marca, el modelo y el año en que se fabricó el automóvil, entre otros requisitos.
Si compraste un vehículo eléctrico enchufable, podrías ser elegible para el Crédito calificado para vehículos motorizados con propulsión eléctrica enchufable, que se aplica a los vehículos eléctricos nuevos comprados después del 31 de diciembre de 2009. Este crédito recién comenzará a eliminarse cuando al menos se hayan vendido 200,000 vehículos de este tipo fabricados por cada fabricante de automóviles en los Estados Unidos.
Aprovecha los beneficios del programa Energy Star
El programa Energy Star de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y el Departamento de Energía ayuda a los contribuyentes a ahorrar dinero cuidando al medio ambiente. Aunque no todos los productos calificados por Energy Star son elegibles para incentivos, y algunas exenciones fiscales por eficiencia energética expiraron en 2011, los créditos todavía están disponibles hasta 2023 para algunos programas de energía.
Pero incluso los productos que ya no ofrecen créditos fiscales pueden ahorrarte grandes sumas de dinero reduciendo las facturas de energía. Por ejemplo, un termostato programable con la etiqueta Energy Star no está cubierto por créditos fiscales, pero podría reducir su factura de calefacción y aire acondicionado en un 10%.
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