El mercado inmobiliario está en auge nuevamente, y muchas personas están comprando sus primeras casas. Si tu también eres un nuevo propietario, es normal que te preguntes de qué se trata el impuesto a la propiedad de bienes inmuebles, también conocido simplemente como impuesto a la propiedad.
¿Qué es el impuesto a la propiedad?
El impuesto a la propiedad de bienes inmuebles es un impuesto que se paga sobre bienes inmuebles u otros tipos de propiedades que poseen. El impuesto a la propiedad es un tipo de impuesto ad valorem, lo que significa que se basa en el valor tasado de la propiedad. Generalmente, este valor dependerá de la ubicación de la propiedad y otros factores locales.
El impuesto a la propiedad generalmente es evaluado y recaudado por los gobiernos estatales y locales anualmente. Pueden variar significativamente dentro de un estado e incluso entre condados vecinos.
¿Cómo se calcula el impuesto a la propiedad de bienes inmuebles?
El impuesto a la propiedad se calcula normalmente multiplicando el valor de la propiedad por la tasa de gravamen básica. Por ejemplo, si el valor tasado de tu propiedad es de $200,000, y la tasa de impuesto de tu condado es del 2%, entonces el impuesto a la propiedad que deberás pagar será de $4,000 ($ 200,000 x 0.02 = $ 4,000).
Generalmente deberás pagar tu factura de impuestos a la propiedad anualmente, pero también se puede dividir mensualmente y pagar junto con el pago de una hipoteca. En ese caso, tu prestamista luego enviará el pago del impuesto sobre la propiedad directamente a la agencia recaudadora de impuestos correspondiente.
¿Cuál es la diferencia entre el impuesto a la propiedad personal y el impuesto a la propiedad de bienes inmuebles?
Los términos impuestos sobre la propiedad e impuestos sobre la propiedad de bienes inmuebles a menudo se usan indistintamente. Sin embargo, si bien es cierto que el impuesto sobre la propiedad de bienes inmuebles es un tipo de impuesto sobre la propiedad, existen otro tipo de impuestos que aplican sobre otro tipo de bienes poseídos.
Mientras el impuesto a la propiedad e bienes inmuebles se aplica únicamente a bienes como u casas o propiedades de alquiler, los impuestos sobre la propiedad personal se aplican a bienes muebles como vehículos. Las empresas también están obligadas a pagar impuestos a la propiedad sobre la propiedad personal que poseen o alquilan, como maquinaria, accesorios, mobiliario de oficina y equipamiento.
¿Cómo pago mis impuestos a la propiedad?
Por lo general, hay dos maneras en que los contribuyentes pueden pagar su factura de impuestos a la propiedad de bienes inmuebles:
- Mediante una factura de impuestos emitida por la agencia correspondiente (anualmente o cada 6 meses). Normalmente se puede pagar online o mediante cheques.
- Junto al pago de una hipoteca, si tienes una cuenta de depósito y tu prestamista se ocupa de dirigir una parte de tus pagos mensuales al pago de los impuestos a la propiedad.
¿Qué pasa si no pago mis impuestos sobre la propiedad?
No pagar los impuestos sobre la propiedad de bienes inmuebles puede resultar en que la autoridad fiscal correspondiente a su zona o estado imponga un gravamen fiscal contra su propiedad. Un gravamen fiscal es un reclamo legal contra la propiedad u otros activos financieros que posee. Aunque no se toma posesión de tu propiedad, si más delante decides vender la casa el gobierno local podría tener derecho a una parte o la totalidad de las ganancias de la venta para cubrir los impuestos a la propiedad impagos.
¿Cómo deduzco los impuestos a la propiedad en mi declaración de impuestos?
Si puedes detallar sus deducciones (en lugar de tomar una deducción estándar), puedes deducir hasta $10,000 en impuestos a la propiedad combinados e impuestos sobre la renta estatales y locales, o impuestos sobre las ventas en tu declaración de impuestos.
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